sábado, enero 06, 2007

12 mitos sobre el hambre

El hambre no es un mito,
son los mitos que nos impiden acabar con el hambre.
Por lo menos 780 millones de personas no tienen lo suficiente para comer.
Cada año el hambre mata 12 millones de niños en todo el mundo.
Porque hay tanta hambre?
Que podemos hacer acerca de esto?

Para responder estas preguntas necesitamos desaprender mucho de lo que nos ha sido enseñado.

Solamente liberándonos de la manera de concebir este problema que es ampliamente divulgada a través de mitos, podremos entender las raíces del hambre y ver que podemos hacer para terminar con ella.

Mito 7: El libre mercado puede terminar con el hambre

Realidad: Desafortunadamente, la fórmula: "el mercado es bueno, el gobierno es malo" nunca puede ayudar a dirigir los esfuerzos hacia las causas del hambre. Esta posición dogmática nos lleva a pensar equivocadamente que una sociedad puede optar por uno o por otro, cuando de hecho toda economía en el mundo combina el mecado y el gobierno en la designación de recursos y distribución de bienes. De todas maneras, las eficiencias maravillosas del mercado solamente pueden trabajar para eliminar el hambre, cuando el poder de compra esté ampliamente repartido. Entonces todos aquellos que creen en la inutilidad del mercado y en la necesidad de terminar con el hambre deben concentrarse en la promoción no en el mercado, sino en los consumidores! En esta tarea, el gobierno tiene un rol muy importante contrarrestando la tendencia hacia la concentración económica, a través de impuestos reales, créditos y reformas agrarias para distribuir el poder de compra hacia los pobres. Las recientes tendencias hacia la privatización y desregulación no son definitivamente la respuesta.

Mito 8: El comercio libre es la respuesta

Realidad: La fórmula de promoción del comericio ha probado ser uno de los peores fracasos para aliviar el hambre. En casi todos países del Tercer Mundo las exportaciones se han incrementado mientras que el hambre continua e inclusive ha empeorado. Mientras que las exportaciones de soya se han incrementado en Brasil--para alimentar el ganado Japonés y Europeo--el hambre se ha ampliado de un tercio a dos tercios de la población. En donde la mayoría de la población ha sido empobrecida tanto que no pueden comprar los alimentos producidos en las tierras de su propio país, aquellos que controlan los recursos productivos, orientan su producción a los mercados más lucrativos en el exterior. La producción de cultivos de exportación ocupa el lugar de la producción de alimentos básicos. Las políticas en favor del comercio como NAFTA y GATT pone a competir a las clases trabajadoras de diferentes países unos contra otros, en condiciones desfavorables, donde las bases de competencia son quien trabajará por menos pago, sin un cubrimiento adecuado de salud o sin un mínimo de condiciones ambientales. México y los Estados Unidos son un ejemplo relevante: desde que empezó el TLC se ha tenido una pérdida neta de 250,000 trabajos en USA, mientras en México se han perdido 2 millones de empleos y el hambre está aumentando en los dos países.

Mito 11: Nosotros nos beneficiamos de su pobreza

Realidad: La más grande amenaza al bienestar de la gran mayoría de Estadounidenses no es el avance del hambre pero si el continuo despojo de los hambrientos. Los bajos salarios--tanto en los otros países como en EEUU--pueden significar bananos, camisetas, computadores y comidas rápidas más baratas para muchos estadounidenses, pero de otra forma en EEUU se paga un precio muy alto por el hambre y la pobreza. La pobreza impuesta en el Tercer Mundo amenaza los trabajos, salarios, y las condiciones de trabajo en EEUU ya que las corporaciones buscan mano de obra mas barata en el exterior. En una conomía global, lo que los trabajadores estadounidenses han conseguido en empleo, niveles salariales, y en sus condiciones de trabajo, pueden ser protegidos únicamente cuando las clases traajadoras en cada país son liberadas de la desesperación económica.

En los EEUU, políticas como la reforma al sistema de beneficiencia lanzó más gente al mercado de la que éste puede absorver--a los niveles mínimos de la escala salarial en el caso de los trabajos de servicio público requerido a los beneficiarios del sistema--lo cual ejerce presión en los salarios de aquellos que se encuentran en los rangos altos de la escala de empleos. Los crecientes números de "trabajadores pobres" son aquellos que tienen trabajos con salarios bajos de medio tiempo o tiempo completo y sin embargo no tienen con que adquirir una adecuada alimentación o habitación para sus familias. Educándonos acerca de los intereses comunes que muchos estadounidenses comparten con los pobres del Tercer Mundo y en los EEUU, nos permite ser compasivos sin caer en la lástima. Trabajando para despejar el camino por el que los pobres puedan liberarse ellos mismos de la opresión económica, nos libera también a nosotros.


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